Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 83
Capítulo 83
No pude evitar reimme. Isaac tenía que hacerse responsable por ella. ¿Y ella iba a buscarme a mi?
Deberia ir a buscar a Isaac.
Andrea acanciaba su vientre y decía: “Ustedes tienen que agilizar el trámite de divorcio pronto, si no, va a complicar el registro de mi hijo.”
“Entonces tienes que apurar a Isaac.”
El edificio del conglomerado tenia aire acondicionado a temperatura constante todo el año. Me quité el abrigo y lo colgué, luego tomé la regadera para regar las plantas frente al gran ventanal. Ya que Isaac no quería marcar una línea clara, entonces yo tampoco tenia prisa para hacerlo. Que Andrea lo molestara a él.
Andrea resopló con desdén y luego dijo: “No juegues ese juego conmigo, actuar como si no te importara por un lado, pero por el otro, aferrándote a Isaac sin querer soltarlo.”
“De hecho, puedo entenderte, huérfana sin padre ni madre, agarrándote al árbol grande de la familia Montes que te puede dar sustento, no quieres soltarlo, es comprensible.”
“Pero, Cloé, como mujer, seria mejor tener un poco más de dignidad.”
Se cruzó de brazos y rio suavemente diciéndome: “Note afanes tanto por un hombre, es vergonzoso.” Frunci el ceño y dije: “No es la primera vez que nos vemos, ¿por qué sigues actuando?”
Andrea se quedó sin palabras por un momento, luego resopló y se levantó para acercarse.
“No creas que solo porque ese viejo te respalda, puedes ser tan desafiante. ¿No es solo cuestión de esperar a que cumpla ochenta años? Veremos qué excusa tienes entonces para no soltar.”
“¿Terminaste?” Contentt bel0ngs to N0ve/lDrâ/ma.O(r)g!
“¿Qué?”
“Si terminaste, puedes irte.”
Señalé hacia la puerta de la oficina.
Ella apretó los dientes y me dijo: “No te apresures en echarme,
diseño?”
olo hay dos plazas, ¿eres tan generosa?”
“Por supuesto.”
o te interesa participar en el concurso
Levantó la barbilla, como si me estuviera concediendo un favor: “Una para mí, una para ti, ¿qué te parece?”
Pensé que estaba jugando conmigo, pero entonces ella hizo una señal hacia afuera.
Su asistente trajo un documento, me lo pasó y luego me dijo: “Toma, estos son los requisitos del concurso de diseño, míralo. La fecha limite es el próximo viernes, enviame tu borrador a mi correo antes del miércoles.
Lo tomé y lo hojeé mientras le decía: “Pero aqui dice que solo se necesita firmar a nombre de la empresa y enviarlo directamente al correo indicado.”
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No se por que pero entregarle mi bonador de participación a ella no me hacia sentir segura. Quizás era porque ya estábamos en bandos opuestos, por lo que inevitablemente tenia mis reservas:
Andrea mostro una expresión momentaneamente incomoda, pero luego sonrió con desdén. “No. pensarás que quiero plagiar tu borrador, ¿verdad? Que gracioso, has oido de alguien que plagie at alguien de menor nivel? Un director copiando al subdirector, vaya ideal”
Bien, si quieres enviario directamente, hazlo, como quieras.” Dijo,
“Entonces, vete con calma.”
Levante levemente los labios, repitiendo la orden de despedida.
Andrea permaneció inmovil, mirándome inquisitivamente mientras preguntaba: “No tienes curiosidad de saber de quien es el hijo que llevo en mi vientre?”
“¿Acaso es mio?” Dije medio en broma.
“¡Qué estás diciendo
“Si no es mio, ¿por qué habria de interesarme?”
“Es de Isaac, estoy embarazada de su hijo, es el fruto de nuestro amor de más de una década.”
Ella se mostraba bastante orgullosa, sus delicados dedos tocaban ocasionalmente su plano vientre.
“Está bien, ya lo se.”
“¿Esa es tu actitud?”
“¿Qué actitud debería tener hacia un hijo ilegitimo?”
Deje el documento en el escritorio, mirándola desconcertada y diciendo: “¿Qué casa poderosa no tiene unos cuantos hijos ilegitimos? Es algo tan normal, realmente haces un escándalo por nada.”
Ella me miró furiosa: “¿Hijo ilegitimo? ¡Dices que el hijo de Isaac conmigo es un hijo ilegitimo? Cloé, lo que llevo en mi vientre es el primogénito de la familia Montes, más te vale hablar con respeto. Cuando entre a la familia Montes, acabar contigo será pan comido.”
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